Dimensiones
criticas
Este cambio de paradigma,
que nos aporta grandes posibilidades en lo social y en lo educativo, también
tiene dimensiones negativas y poderosamente contradictorias.
La tecnología de la
información nos proporciona, por lo general, información abundante de poca
calidad y no ofrece ningún guía intelectual ni moral sobre qué información
seleccionar y evaluar.
Otros autores plantean
que el uso de las nuevas tecnologías está provocando la aparición de dos nuevas clases sociales en la sociedad de la información: personas que poseen información y aquéllas que no la poseen.
En la mayoría de los
casos, concluyó los ordenadores sencillamente perpetúan un sistema educativo de
dos niveles, para ricos y para pobres.
El problema es de cada vez
más los recursos tecnológicos y comunicativos que se generan van concentrándose
en manos de unas pocas poderosas multinacionales que se están convirtiendo en
los amos de la nueva sociedad informatizada.
La propiedad de los
medios de comunicación de masas televisión, radio, prensa se concentra cada vez
más en menos manos.
Promueven
el autoritarismo
Lo que está ocurriendo es
una nueva forma de seguir educando en el autoritarismo. Esta nueva forma se disfraza
de modernismo o plenetarismo, El plenetarismo cultural nos presenta guerras y
nos convencen de que son el último recurso, que son necesarios.
Alguien puede afirmar por
ahí que nos obligan ni a comer, ni a vestir, ni pensar o actuar como actuamos.
Sin embargo, ¿existen alternativas?, ¿ renemos posibilidades para escoger, decidir
u optar? Aunque no parezca que nos fuerzan o que nos fuerzan o que son autoritarios con
nosotros, hay una violencia terrible
contra los usuarios. Hay imposición
y eso es autoritario.
Evaden
de la vida real
Sumergidos de los bytes,
los navegantes del ciberespacio corren el riesgo de ignorar lo que ocurre a su
alrededor. La inmersión absoluta en la red puede convertirse en la absorción de
la realidad virtual.
Diferencia hay entre
quienes jamás han ido al campo y quienes viven en él, o entre quienes a diario
necesitan cruzar un río para llegar a su escuela y quienes sólo ven los ríos en
la pantalla de su computadora o su televisor.
Proponen
la onda de lo rápido, de lo fresco, de lo “cool”
La velocidad demanda
inmediatez cambia la noción de obsolescencia. Todo envejece más rápidamente. La
información circula a espasmo de vértigo. Se valora lo nuevo y fresco, lo que
es y está cool.
Entre
integrados y apocalípticos
Ante las nuevas tecnologías
escuchamos, por unja parte, a los integrados usando la ya clásica distinción de
Umberto Eco que pone las esperanzas de solución de los problemas en una
aceptación, a veces poco critica, de las nuevas tecnologías y, por otra, a los
apocalípticos que ven, en lo nuevo un peligro de destrucción de los valores
consolidados.
Las nuevas tecnologías se están imponiendo en
la sociedad no pasara mucho tiempo y ya dejaremos de utilizar el adjetivo
nuevas para calificarlas.
Las tecnologías, viejas o
nuevas, deben estar siempre al servicio del ser humano, a disposición de su
desarrollo personal y su crecimiento como ser social.
La
prudencia, virtud para la acción
La prudencia que no debe
confundirse con cobardía, que muchos pretenden disfrazar de prudencia es un
valor necesario en estos tiempos de desmedido desarrollo tecnológico y acceso a
la información.
Aristóteles y Santo Tomas
de Aquino clamaban que la prudencia no solo trata de lo universal, sino debe
conocer también lo singular. Un lema muchas veces repetido afirma. Teoría sin
práctica, utopía práctica sin teoría, rutina.
En cierto sentido, la
prudencia ayuda conocer el futuro a través del presente del pasado, lo que se
lleva a cabo en buena medida por educación, pero no sería completa virtud si se
limita a una mera contemplación inactiva.
Capacidades
a desarrollar para ser prudentes
·
Saber distinguir entre lo que sucedió y lo
que dice la gente que sucedió.
·
Saber distinguir entre lo que es
importante y lo que no lo es.
·
Saber buscar bien la información que me
permitirá decidir correctamente.
·
Saber analizar las consecuencias de algo
que van a decidir.
·
Saber conocer y controlar mis emociones
para ver con serenidad la realidad.